Se generan en los servidores web, cuya misión es enviar las cookies a los diferentes navegadores. Una vez instaladas, los navegadores retornan la información recogida sobre el comportamiento del usuario a los servidores, haciendo que el usuario vea en su navegador una información u otra.
Primero, para reconocer al usuario, es decir, si alguien introduce su nombre y contraseña en una página web, la próxima vez que este acceda al sitio será reconocido automáticamente sin tener la necesidad de volver a identificarse.
Otro uso de las cookies es para conocer el comportamiento de los usuarios, es decir, para personalizar la navegación y ofrecer publicidad relevante según la conducta del consumidor.
Existen diferentes tipos pero podríamos destacar dos clasificaciones:
La primera cookie fue creada por el programador Lou Montulli en 1994, por entonces desarrollador de Netscape Communications.
La tarea del desarrollador era conseguir que los usuarios de los e-commerce pudieran mantener el carrito de compra lleno con los mismos objetos durante la navegación.
Además, Montulli debía hacerlo mediante una tecnología que no utilizase muchos recursos del servidor. Es por ello que la cookie es un archivo de texto instalado en el ordenador del usuario.